Pero, ¿tenemos “derecho al trabajo” y a un trabajo digno los 365 días del año? Creo que no. Acordarse sólo del “derecho al trabajo” cuando hay huelga resulta sospechoso. Como tampoco creo que muchas personas en trabajos precarios, eventuales, subcontratas… puedan ir el próximo día 14N a la huelga sin arriesgarse a perder el empleo.
Los piquetes en una huelga general son imprescindibles para garantizar que cada uno de nosotros pueda hacer huelga, al margen de las presiones de la patronal y para vencer a su piquete del miedo y la coacción, un piquete invisible, que no sale en los medios, pero letal. “Sin miedo” ha sido una de las grandes consignas del 15M, pero funciona mejor en la calle que en el puesto de trabajo.
Y, precisamente, porque queremos trabajar dignamente vamos a la huelga
general. “Pero perderé un día de trabajo y sueldo… y para no conseguir
nada” dirá más de uno. ¿Y cuánto vamos a perder si no paramos, si no nos
manifestamos, si no hacemos huelga? Mucho más, sin lugar a dudas.
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